El Popocatépetl es un volcán activo localizado en el centro de México, en los límites territoriales de los estados de Morelos, Puebla y México. Se localiza a unos 55 km al sureste de la Ciudad de México.
El Popocatépetl es un volcán de forma cónica simétrica; está unido por la parte norte con el Iztaccíhuatl mediante un paso montañoso conocido como Paso de Cortés. El volcán tiene glaciares perennes cerca de la boca del cono, en la punta de la montaña. Es el segundo volcán más alto de México, con una altura máxima de 5500 metros sobre el nivel del mar, sólo después del Citlaltépetl de 5610 metros.
Historia
El primer ascenso registrado a este volcán fue hecho mucho antes de la época del Imperio Mexica en 1289, por los Tecuanipas ; el segundo ascenso hecho por los españoles fue dirigido por Diego de Ordás en 1519, para conseguir azufre para su pólvora.
El Popocatépetl ha sido uno de los volcanes más activos de México. Desde 1354 se han registrado 18 erupciones. En 1947 ocurrió una erupción de consideración, para iniciar así un periodo de actividad. Después, el 21 de diciembre de 1994 registró una explosión que produjo gas y cenizas que fueron transportados por los vientos dominantes a más de 25 km de distancia. Actualmente su actividad es moderada, pero constante, con emisión de fumarolas, compuestas de gases y vapor de agua, y repentinas e imprevistas expulsiones menores de ceniza y material volcánico. La última erupción violenta del volcán se registró en diciembre de 2000, lo que, siguiendo las predicciones de científicos, motivó la evacuación de miles de personas en las áreas cercanas al volcán. El 25 de diciembre de 2005 se produjo en el cráter del volcán una nueva explosión, que provocó una columna de humo y cenizas de tres kilómetros de altura y la expulsión de lava. Posteriormente en la mañana del 3 de junio de 2011 el Popocatépetl volvió a emitir grandes fumarolas sin causar daños. El 20 de noviembre de 2011 tuvo lugar una gran explosión que hizo retemblar la tierra, escuchándose en las poblaciones cercanas a las laderas pero sin mayor alteración. El volcán registró la mañana del 16 de enero de 2012 una fumarola de vapor de agua y ceniza, sin que esto represente riesgos para la población aledaña al coloso.
El 16 de Abril del 2012 el CENAPRED (Centro Nacional Para la Prevención de Desastres), elevó el semáforo de alerta volcánica de fase amarillo 2 a fase amarillo 3 debido a la gran actividad que se ha estado presentando, sin que hasta el momento represente un peligro grave para la sociedad.[]
A las 03:23 horas del día 30 de abril del 2013, el volcán Popocatépetl arrojó fragmentos incandescentes a 800 metros del cráter sobre la ladera noreste, informó el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
En 1994, los monasterios del siglo XVI, construidos en sus laderas, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Toponimia
Su nombre, proveniente de la lengua náhuatl, compuesto por Popōca «que humea» y tepētl «montaña», en conjunto significa «montaña que humea», debido a su ya constante actividad en la época prehispánica.
En caso de erupción, los materiales que llegarían a la Ciudad de México serían prácticamente piroclsticos, es decir, aéreos, como gases y ceniza volcánica de grano fino, que pueden llegar a más de 50 km del origen del volcán. Las delegaciones tentativamente afectadas serían: Milpa Alta, Tláhuac, Xochimilco, Iztapalapa, Tlalpan y Coyoacán; en menor proporción estarían Magdalena Contreras, Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero y Azcapotzalco
Medidas de acción
Qué hacer antes, durante y después en caso de que haga erupción el volcán Popocatépetl y el material llegue a las ciudades de Puebla, Tlaxcala y México
Antes
1. Permanecer pendiente del semáforo de alerta volcánica.
2. Diseñar y practicar rutas de evacuación.
3. Verificar que puertas y ventanas funcionen correctamente y revisar techos.
4. En los laboratorios de computación se debe mantener debidamente cubierto el equipo, ya que la ceniza volcánica es tan fina que puede filtrarse a través de los marcos de las ventanas.
5. En hospitales se deberá hacer una correcta revisión de puertas y ventanas para que no se filtren las cenizas, sobre todo en los cuneros.
6. Los estanques de agua potable, cisternas y piletas deben estar cubiertos; sellar tinacos y depósitos de agua.
7. Tener pilas, radios, botiquín, tapabocas, etc.
8. Mantener a la mano un directorio de emergencias. Durante
1. Permanecer en las viviendas y cubrir puertas y ventanas. Salir a la calle, sólo cuando sea necesario, protegiéndose debidamente ojos, nariz y boca.
2. Cubrir los alimentos en forma apropiada.
3. Si las circunstancias lo requieren, usar filtros y tapabocas.
4. Pueden persistir por varias horas y contener ceniza muy fina, arenilla y algunos fragmentos de pómez de varios milímetros, de tal forma que se deberá tener precaución de barrer permanentemente techos, pisos, etc. La ceniza no es tóxica, pero es abrasiva por la sustancia pómez que la forma. Evitar la inhalación prolongada de esas cenizas o su caída en los ojos, por su carácter irritante y erosivo.
5. Con lluvia, la ceniza es más pesada, como ocurrió el 30 de junio; se debe estar alerta para tomar las decisiones que más convengan.
6. El riesgo asociado a la actividad de rayos es similar al que se presenta en una tormenta meteorológica normal. Esta actividad eléctrica puede producir una interferencia considerable sobre las comunicaciones radioeléctricas, por lo que se deben tomar precauciones .
7. No consuma alimentos de la calle, están expuestos a serias contaminaciones; mezclados con gases o cenizas volcánicas pueden provocar intoxicaciones.
8. Si es necesario salir a la calle, protéjase debidamente, sobre todo, ojos, nariz y boca. Después
1. Barrer polvo o ceniza y depositarlo en bolsas y botes de basura. No debe tirarse a las coladeras, ya que se endurece fácilmente.
2. Ante la posibilidad de que se repitan exhalaciones, debe mantenerse alerta.
3. Guardar la calma.
4. Tener cuidado al limpiar superficies delicadas, pues la ceniza las raya con facilidad.
5. Si llueve durante o después de la lluvia de cenizas, el lodo resultante es resbaloso, por lo que hay que extremar precauciones al conducir.
6. La acumulación de ceniza húmeda en conductores eléctricos puede provocar cortos circuitos o la electrificación del suelo si son de alta tensión.
7. No ingerir agua o alimento que haya recibido polvo de ceniza.
8. No realice actividades al aire libre. Si es necesario, solicite información a través de las unidades de Protección Civil de su delegación.
1. Permanecer pendiente del semáforo de alerta volcánica.
2. Diseñar y practicar rutas de evacuación.
3. Verificar que puertas y ventanas funcionen correctamente y revisar techos.
4. En los laboratorios de computación se debe mantener debidamente cubierto el equipo, ya que la ceniza volcánica es tan fina que puede filtrarse a través de los marcos de las ventanas.
5. En hospitales se deberá hacer una correcta revisión de puertas y ventanas para que no se filtren las cenizas, sobre todo en los cuneros.
6. Los estanques de agua potable, cisternas y piletas deben estar cubiertos; sellar tinacos y depósitos de agua.
7. Tener pilas, radios, botiquín, tapabocas, etc.
8. Mantener a la mano un directorio de emergencias. Durante
1. Permanecer en las viviendas y cubrir puertas y ventanas. Salir a la calle, sólo cuando sea necesario, protegiéndose debidamente ojos, nariz y boca.
2. Cubrir los alimentos en forma apropiada.
3. Si las circunstancias lo requieren, usar filtros y tapabocas.
4. Pueden persistir por varias horas y contener ceniza muy fina, arenilla y algunos fragmentos de pómez de varios milímetros, de tal forma que se deberá tener precaución de barrer permanentemente techos, pisos, etc. La ceniza no es tóxica, pero es abrasiva por la sustancia pómez que la forma. Evitar la inhalación prolongada de esas cenizas o su caída en los ojos, por su carácter irritante y erosivo.
5. Con lluvia, la ceniza es más pesada, como ocurrió el 30 de junio; se debe estar alerta para tomar las decisiones que más convengan.
6. El riesgo asociado a la actividad de rayos es similar al que se presenta en una tormenta meteorológica normal. Esta actividad eléctrica puede producir una interferencia considerable sobre las comunicaciones radioeléctricas, por lo que se deben tomar precauciones .
7. No consuma alimentos de la calle, están expuestos a serias contaminaciones; mezclados con gases o cenizas volcánicas pueden provocar intoxicaciones.
8. Si es necesario salir a la calle, protéjase debidamente, sobre todo, ojos, nariz y boca. Después
1. Barrer polvo o ceniza y depositarlo en bolsas y botes de basura. No debe tirarse a las coladeras, ya que se endurece fácilmente.
2. Ante la posibilidad de que se repitan exhalaciones, debe mantenerse alerta.
3. Guardar la calma.
4. Tener cuidado al limpiar superficies delicadas, pues la ceniza las raya con facilidad.
5. Si llueve durante o después de la lluvia de cenizas, el lodo resultante es resbaloso, por lo que hay que extremar precauciones al conducir.
6. La acumulación de ceniza húmeda en conductores eléctricos puede provocar cortos circuitos o la electrificación del suelo si son de alta tensión.
7. No ingerir agua o alimento que haya recibido polvo de ceniza.
8. No realice actividades al aire libre. Si es necesario, solicite información a través de las unidades de Protección Civil de su delegación.
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